Imagen principal del proyecto Casa privada en Moscú
Moscú, Rusia

Casa privada en Moscú

Sobre el proyecto

Construcción Clásica para una vivienda privada en los alrededores de Moscú. Camar suministra la fachada en mármol Travertino Clásico el cual fue combinado en obra con un acertado ladrillo rojo y pizarra negra para el techo ofreciendo un aspecto sobrio y elegante.

El Travertino Clásico es una elección inteligente para el clima continental extremo de Moscú: resistente a las heladas intensas del invierno ruso (-30°C) y a las altas temperaturas del verano. Esta piedra natural de poro abierto permite transpirabilidad de los muros mientras aporta la calidez cromática característica de los travertinos mediterráneos. La combinación con ladrillo rojo visto genera una paleta material rica pero armónica.

La arquitectura responde a los cánones clásicos europeos adaptados al gusto residencial ruso contemporáneo: proporciones simétricas, cubierta a dos aguas en pizarra negra, carpinterías de madera de gran formato. El resultado es una vivienda atemporal que honra la tradición constructiva mientras incorpora confort y tecnología del siglo XXI.

Categoría
Vivienda unifamiliar
Fecha realización
2018
País
Rusia
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Fachada Travertino Clásico

Revestimiento completo de fachada en Travertino Clásico de origen español. Este material se seleccionó por su resistencia al ciclo hielo-deshielo característico del clima moscovita y por su belleza atemporal. El acabado apomazado aporta textura y evita reflejos excesivos, integrándose naturalmente con el entorno residencial.

Combinación tricolor

La paleta material combina tres elementos: Travertino Clásico beige para muros principales, ladrillo rojo cara vista en encuentros y elementos decorativos, y pizarra negra para la cubierta inclinada. Esta triada cromática genera riqueza visual sin estridencias, siguiendo principios de arquitectura clásica europea.

Clima extremo

Moscú presenta uno de los climas más exigentes para materiales de construcción: inviernos con temperaturas bajo -25°C y veranos que superan los 30°C. El Travertino Clásico demostró excelente comportamiento ante estas condiciones extremas, manteniendo integridad estructural y estética después de múltiples ciclos térmicos anuales.

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